ALVARO J. MARQUEZ

POEMA DE DOS (LIZMARLOGUA INVITADA)

ELLA: Anoche me decías que en mis letras te perdías, que cuando piensas en las imágenes que escribo, te llega la nostalgia de aquello que hoy comprendes... Te invito a que te pierdas, una vez más conmigo. ¿Sabes que necesito perderme en ti? De pronto, hoy me he propuesto mirarte en las rosas, en el atardecer que llega... en tus bellísimos poemas... en las canciones que has escrito... en esas frases cortas que son parte muy tuya... en los celos que incomodan y en aquellos que apasionan... que te hacen despertar de nuevo hasta enamorarte... dime, ¿de qué estás enamorado? ¿Podrías ahora confesarlo?

 

YO: Creo que más que hablar yo, tengo que dejar que hable mi alma, porque cuando hay sentimientos profundos, siempre es ella la que habla y en todo caso, ella es la que debe confesar por mí y ahora confiesa que le gusta que su luz llegue hasta ti y que la tuya, me alumbre siempre... No sé qué es más bello, si perderme en tus letras o tan sólo viendo tu foto, tan llena de ti como lo que escribes, lo cierto es que extraviarme en ti no me resulta nada difícil. ¿De qué estoy enamorado? De tu esencia, de lo que eres realmente, de tu manera de llegar a la gente y tu modo particular de llegar a mí. ¿Cómo no enamorarme? Tendría que ser ciego y no lo soy, recuerda lo que dije al comienzo... los ojos de mi alma son los que te ven.

 

ELLA: La forma más maravillosa que existe para el amor, es amar la esencia de alguien, que quizá no esté cerca, sin embargo lo alcanzamos de maneras inimaginables que traspasan no sólo la distancia, las fronteras, los caminos... se traspasa lo que sería en la mente imposible de hacer... se lleva, dentro en el pensamiento, se incrusta en el alma... se hace parte de la esencia de uno mismo y se disfruta el perfume, en cada cosa está la fragancia pues miramos con amor, como jamás antes, todas las cosas... la vida de pronto se embellece... la mirada de pronto brilla más... Dime ¿los ojos te brillan como a mí?

 

YO: Claro que me brillan, tú irradias tanta luz, que las estrellas bien pueden envidiarte... Tú y yo le escribimos al amor, nuestras letras son diferentes y sin embargo, a veces se parecen tanto, porque coincidimos al escribir acerca de un sentimiento que nos aborda, nos inquieta, nos hace temblar, hace que soñemos, que vuele nuestra imaginación, la tuya hasta donde estoy yo y la mía a tu olor, a tu piel, a tus ojos, a tu sonrisa, a tu voz. Escribir acerca del amor me parece que ahora es escribir acerca de lo que eres como mujer... Eres maravillosa. ¿Lo sabías?

 

ELLA: Dices que soy maravillosa y siempre he sido una más, me siento como cualquier otra mujer que tiene libertad para sentir, para expresar... y vivo cada sentimiento de la forma que me place, me gusta decir lo que siento, me inundan los sentimientos cuando pienso en tus sonrisas, imagino tu mirada, en mi piel siento caricias que quisiera se quedaran para siempre congeladas en mí.

 

YO: Nada puede congelarse en ti porque tú estás llena de energía, de esa misma fuerza que me arrastra hasta ti irremediablemente...Dije que eres maravillosa porque sí... lo eres, no puedo mencionar tu nombre en mi vida sin sentirme privilegiado. Pudimos no saber el uno de la existencia del otro, pero no ha sido así... De algún modo, Dios se las ha arreglado para darnos la oportunidad de querernos, de intercambiar sueños, de estar en ellos, de crear un mundo sólo para los dos.

 

ELLA: En ese sueño que hoy camino, sólo tengo una petición, que lo vivamos felices sin importar los matices que la vida tenga en sí. Que me permitas compartir mis sueños dentro de éste, mezclados con los tuyos... y así formemos uno solo.

 

YO: ¿Eso quieres? Ambos coincidimos en lo que queremos, sueños felices, sueños de amor, omnipresente amor. Una cosa te prometo; haré todo lo que esté en mis manos para que sonrías feliz en mis sueños. Sólo tendrás un problema... Nunca podrás salir de ellos y serán el puente entre la realidad y la fantasía, realidades y fantasías que dirán a gritos que TE AMO.