Te fui a buscar en la mar
y la mar, no dijo nada
cansado de preguntar
se puso la mar brava,
y las olas me gritaban
que dejara de buscar.
Le pregunté a las montañas
que si sabían de ti,
pero tanto le insistí
que se quedaron calladas,
no me supieron decir.
Al rio le pregunté
si en su orilla te bañabas,
y empezó a agitar sus aguas
sin respuesta me quede,
el rio, no sabe nada.
Y al viento le pregunté
que perdido, te buscaba
que si sabia de ti,
no me lo quiso decir
y soplando, se marchaba.
Al sol también pregunté
por si a ti, te calentaba
mi pregunta fue negada,
no me lo supo decir
y en el cielo se apagaba.
Le pregunté a las estrellas
que brillan tan a lo lejos,
pero ellas me dijeron
que no sabían de ti,
que ellas eran luceros.
Cansado de preguntar
y lleno de tantas dudas,
rompí de nuevo a llorar
bajo la luz de la luna.
Ella fue la que me hablo
la que me dio la respuesta,
la que tú buscas te espera¡
busca en tu corazón,
ya veras como la encuentras.
Ni la mar, ni las montañas
ni el rio, ni las estrellas,
ni que el sol ni el viento sepan,
lo que la luna te da
y ahora, abrázala,
con la luz de luna llena.