Lo curioso de tener una hoja en blanco,
tinta de sobra
un poco de ocio
nada que leer
esperar
disfrutar tu ausencia es: recordarte...
Siempre,
nunca.
Sucede,
quiero y no puedo...
Mis alusinaciones se convierten en tí
nunca eres visible
siempre ausente
solo sucede que
los saludos graduales
la espera,
estupideces
y más aún,
los viajes
se transforman en un sin fin de desilusiones
y la ausencia de volver
y los gritos de las habladurías
que se escurren en mi memoria
y las distracciones que provocas en mi alma...
Simplemente ahora
días después de observarte
tenerte en mis brazos
mirada nocturna
labios tímidos
mirada valiente
huidiza
temor
un segundo
una vida
temor
incertidumbre
locura
sensaciones
inmorales
escudriñando sueños
cotidianidad
triste realidad...
Creo que te he olvidado
nunca te recordé
es más
todos quieren que desaparezcas
pero me aferro
y sigo por esta niebla
donde continúo sin comprender
qué tanto figura la sociedad
lo debido
lo justo
lo real
lo intolerante...
Cuando comprendo
y creo que encajo
en esta realidad
comienzo a soñar de nuevo
y estoy a tu lado
queriendo volver
soñar y reír
pero despierto en mi letargo
en el eterno ir y venir
que no se justifica
solamente contemplo
el infinito redentor
del camino
el caminante
la dirección
y los eternos sonidos de la luz
la humeante dirección de la soledad
los mimbres azules del esqueleto
tráficante de dientes de león
que surcan el cielo
y me hacen querer volver a volar...