Hermann Garcia

La humeante dirección de la soledad…

Lo curioso de tener una hoja en blanco, 

tinta de sobra 

un poco de ocio 

nada que leer 

esperar 

disfrutar tu ausencia es: recordarte...   

Siempre, 

nunca. 

Sucede, 

quiero y no puedo... 

Mis alusinaciones se convierten en tí 

nunca eres visible 

siempre ausente 

solo sucede que 

los saludos graduales 

la espera, 

estupideces

 y más aún, 

los viajes 

se transforman en un sin fin de desilusiones

 y la ausencia de volver 

y los gritos de las habladurías

que se escurren en mi memoria

y las distracciones que provocas en mi alma...   

Simplemente ahora 

días después de observarte

tenerte en mis brazos 

mirada nocturna 

labios tímidos

mirada valiente 

huidiza 

temor 

un segundo 

una vida 

temor 

incertidumbre 

locura 


sensaciones
 inmorales 

escudriñando sueños 

cotidianidad

triste realidad...   

Creo que te he olvidado

nunca te recordé 

es más 

todos quieren que desaparezcas 

pero me aferro 

y sigo por esta niebla 

donde continúo sin comprender

qué tanto figura la sociedad 

lo debido 

lo justo 

lo real 

lo intolerante...   

Cuando comprendo 

y creo que encajo 

en esta realidad 

comienzo a soñar de nuevo 

y estoy a tu lado 

queriendo volver 

soñar y reír 

pero despierto en mi letargo 

en el eterno ir y venir 

que no se justifica 

solamente contemplo 

el infinito redentor 

del camino 

el caminante 

la dirección 

y los eternos sonidos de la luz 

la humeante dirección de la soledad 

los mimbres azules del esqueleto 

tráficante de dientes de león 

que surcan el cielo 

y me hacen querer volver a volar...