Le voy a dar un legado
a mí infeliz corazón
que dice y es con razón
que vives en mi albergado.
Yo me siento agraciada
al saber que piensa así
porque no duda de mí
y a tu amor él me ve atada.
Hoy me afano en recordar
lo mucho que nos quisimos
y que tanto amor tuvimos
como nos pudimos dar.
Siempre al mirar mi mirada
te abrazaba con locura
tú te unías a mi cintura
y yo reía enamorada.
Era un fuego que quemaba
un calor que consumía
pero tu decías eres mía
y yo decía que te amaba.
Y acunábamos la euforia
que calentaba el amor
asumiendo sin temor
que vivíamos en la gloria.
Entonces forjé una historia
de caricias sin fantasía
que era tuya y era mía
y hoy pervive en mi memoria.
Amelia Suárez Oquendo
30-01-2024