J. Moz

ENCANTORA

Beso cada letra escrita

en el paraíso de tu cuerpo

al compás de la sonrisa

de tu consagrado cielo.

 

Beso… muerdo tu lenguaje:

un sendero, un arroyo, una ola,

un himno en los labios del ángel…

y estalla la promesa que flota.

 

Me baño en las eternas fuentes

donde brilla el trazo del artista,

donde se aprecian los edenes,

donde la musa se vuelve sibila.

 

¿Qué dios canta en tu espesura?

¿Qué rugido enaltece a la leona?

Hay un coro entre la bruma

donde se revelan tus idiomas.

 

Bienaventurado el arco de tus furores.

Bienaventurado el vuelo de las hadas.

¡He ahí la epopeya de los bosques!

¡He ahí cuando levita la bienamada!

 

Suena la cabalgata bravía,

ondea la bandera negra,

suena la armadura que brilla,

ondea la sonata de guerra.

 

Es la comunión de dos almas

atrapadas en pleno homenaje.

Es la ceremonia de dos tiaras

envueltas en febriles bondades.

 

Me entrego a la sublime quimera

palpando cada zona de tu piel,

adoro cada pliegue de tu puerta

bebiendo tu escultura de miel.

 

Tú construyes mi templo

con el regalo de tus horas,

y siempre seré el arquero

que entone tu sagrada loa.