Vivo cada uno de mis deseos en este amor,
Tu silueta libre en mi mente baila desnuda,
Tus inquietos ojos provocan en mi un temblor,
Mientras creo ser para ti, tu propio Neruda...
En ese instante quemas mi piel entre las llamas,
Mientras te dibujo en el cráter oscuro de la luna,
En paralelo seduces hasta el viento en tu cama,
Dame tus piernas, son dulces como ninguna...
Ahí amaré tu espalda de corteza ondulada,
Tus manos intensas caminan muy suaves,
Canta la fina melodía en el cristal de tu mirada,
Eres un vuelo libre como el planeo de un ave...
Toco tus pechos con las yemas de mis dedos,
Cierras tus ojos, mientras me acerco a tu boca,
Te acuestas en mis huesos y liberas mis miedos,
Tu raíz vive, mientras el amor por ti se desboca...
Nos mostramos lo más profundo de nuestro ser,
Surgen infinitos e increíbles pensamientos,
A veces se vive sin necesariamente entender,
Que somos ese amor de mil bellos momentos…
Por eso escribo de ti mil versos en negras tintas,
Para encriptar el tiempo dentro de un papel,
Plasmando en ellos cada sensación distinta,
Mi amor, sé que en cada poema yo te podré ver…