Mis temores no son pocos,
el color de tu piel; te ves tan pálida,
eso me preocupa.
Mi corazón se sobresalta, pero vuelve a la calma,
nuestro amor puede calmarlo.
¿No cree usted?
Aunque mis temores, no sean los suyos,
aún no me los cuenta.
¿A qué le teme usted de esta relación?
¿Al tiempo, a los juegos, a las canas, al cansancio?
Dígamelo usted, si es que puede adivinar a su juventud, el futuro.