FRANCISCO CARRILLO

la corriente...

A que palo he de agarrarme

si me arrastra la corriente,

si el cansancio ya me puede

para que querer salvarme,

si ya nadie, me detiene.

Si las fuerzas que he gastado

en luchar por lo que quiero,

ahora, ya no las tengo

para que seguir sufriendo,

y para que, tanto empeño.

Para que seguir luchando

si la corriente me lleva,

si me ahogo en tierra seca

para que seguir nadando,

y aguantando tantas penas.

Si las flores ya marchitas

adornan mis aposentos,

ni con el agua bendita

vuelven a tener vida

y solo son flores secas,

tantas rosas, margaritas

cambiaron a flores negras.

Y si el aire que me roza

pasa ligero de largo,

no se para a respirarlo,

es el aire que me ahoga

solo es aire envenenado.

Que el veneno de mi sangre

mancha por dentro mi cuerpo,

mis cabellos y mi carne

son señal de sufrimiento,

y en ellos, quedan señales.

Que la corriente me lleva

sin preguntarme que quiero,

porque la vida que llevo

solo es vida pasajera,

y me ahogo sin remedio.

Y que estando ya perdido

alcé mis manos al cielo,

y a un tronco, casi podrido

aferré todo el consuelo,

de estar muerto o estar vivo.

La corriente me arrastro

y quiso arrastrar mi vida,

pero el tronco me salvo

dejándome en una orilla,

el aire, me acarició

las flores eran distintas

el veneno se marchó,

ya mi sangre estaba limpia

y mi vida... comenzó...

la corriente fue mi amiga.