Quise llevarte a ver las estrellas
fingir que puedo distinguir
las constelaciones,
tomar tu mano con la mía inquieta
y susurrarte al oído canciones
que sólo yo conozco,
hablarte de mitología griega
contarte quizás
las tragedias de Píramo y Tisbe,
y Orfeo y Eurídice
o la dicha de Pigmalión y Galatea;
o quizás no te diga nada
que para callar sí que soy bueno
dejar que nos llene el silencio,
el único sonido mi corazón palpitante
en tu mejilla trémula
y mostrarte como siente un poeta,
yo quise... te quise,
o quizás te quiero
porque todo esto
que es tan fácil de escribir
pero tan difícil de decir
te lo diría sólo a ti.