Eres parte del poema que da sentido a mis versos,
la pasión que a veces quema, al leer esos sonetos.
Radiante y celestial princesa, en un sueño adormecida,
la adición que nunca cesa, llenas de ilusión mi vida.
Siento que eres esa estrella, la que ilumina mi espacio,
lo llenas con tu cariño y yo con tu amor me sacio.
En esas pupilas verdes, el cielo se iluminaba
en los átomos del aire, solo amor se respiraba.
Procuraré enamorarte con el arte de los versos,
rodearte de cariño y saciarte con mis besos.
Eres fuente inagotable que impulsa mi inspiración,
eres la esencia en mis letras, eres la flor de pasión.
Cenicienta de mis cuentos, abrigo en mi soledad,
princesa de mi castillo, sirena en la inmensidad.
Así concibo mis sueños cuando me pongo a pensar
sueño con amarte tanto, que te llegue a idolatrar.
Demuéstrame que me quieres, que tu amor es poesía,
tus sentimientos, mis rimas y los míos, tu alegría.
Te amo cuando estás cerca, cuando estás lejos de mi,
aprendí a quererte pronto, a no alejarme de ti.
Presiento que me rodea esa invisible vehemencia
la ilusión que tú me creas, tan solo con tu presencia.
Cuando se va el sentimiento de esa irreal posesión,
solo me queda el deseo, tenerte es una obsesión.
Te extraño en mi soledad en esas noches de invierno,
cuando el insomnio me mata y el frío atenaza el cuerpo.
Necesito de tus besos y también de tus abrazos,
sentir siempre tu calor y amanecer en tus brazos,
poder mirarte a los ojos, esos que alumbran tu cara,
esos que son tan hermosos que a mi el amor me robara.
Amor que de madrugada amaneces con mis versos,
quizás no sepas que en ellos viajan ocultos mis besos.
Si tú a mi me preguntaras que siento cuando te miro,
no sabría que decirte, solo que por ti suspiro.
Los días se hacen eternos por la ansiedad de tenerte,
cuando al fin podamos vernos, serás mía hasta la muerte.
Classman