Rezos en un templo de arena y cal,
sillas que de un sitio vienen, y van.
Monjes se dejan ver, túnicas de blanca piel,
a donde tú vas, ellos regresaron alguna vez.
Loca Palabrería se deja embaucar,
por tus letras dispersas, letras que respetar.
Libros de hojas marcadas por tinta,
tinta de color coral.
No lo dejemos para mañana,
pues el mañana ya no está.