Su silencio me lastima,
me entristece, me conmueve.
Y el dolor en mí remueve
cual hoja seca, la brisa.
Y su voz se necesita;
también, la sonrisa leve,
que recuerdo cuando llueve
porque siempre sonreía.
Hoy la lluvia es de tristeza,
su sonrisa, se ha callado;
y el silencio es una flecha,
que al costado se ha clavado
provocando que me duela,
el vacío que ha dejado.