Si en ti había un sentido para vivir lo has perdido.
Veo que inconscientemente de a poco te pierdes en tu mundo te desconectas de todo y de todos y solo quizás sabes que existes.
Las palabras se han perdido entre los caminos conocidos que te quedan.
E igual de extraviadas están las emociones, ya no sonríes, ya no lloras.
¿Es que acaso no sientes?
¿No hay necesidad en ti?
¿Cómo puede llamarse vida a la inacción, a no tener deseos de buscar, a no tener deseos de tener, a no tener deseos de sentir?
Postrada sobre tu cama siempre estás.
Quizás escuches mi voz como un murmullo, quizás ni siquiera entiendas lo que digo.
A veces creo que se dibuja una leve sonrisa en tu rostro y de repente tu mirada se ve perdida y me doy cuenta tristemente que no me conoces y que quizás ni siquiera me entiendas.
Pero aún así sigo hablándote como cada mañana, queriendo escuchar tu respuesta.
No sé a dónde ha ido tu voz, no sé dónde está estacionada tu mente.
Solo sé que despiertas y duermes como el sol y la luna que salen y nos alumbran.
Espero que a pesar de tu absoluto silencio y tú apartado mundo imaginario existas por un largo tiempo. Aunque sé que al final tu mente deberá descansar y apagar ése sol y apagar ésa luna.
Y entonces así de una forma creeré que volviste a ser parte de éste mundo.