Aquel día comprendí, entendí que fuiste parte de mi vida en ese preciso instante donde te necesité y al mismo tiempo, el mismo universo conspiró para que llegaras a mi, para que me enamoraras con esa sonrisa hermosa, y con tu bella manera de verme a los ojos, y tus ojos, tan brillantes y perfectos.
Comprendí que el amanecer no puede volverse más bonito si no es a tu lado, en tu compañía, con tus manos en las mías, con tu amor en el mío, con tu corazón latente acompañando el compás del mío, con tu alma buena, enseñándome ese camino a la felicidad.
Sin buscar encontré, encontré la sonrisa más bella entre tantos rostros, encontré la voz más hermosa entre tantas canciones, pues mi preferida es tu voz, la que alimenta mis ganas de abrir nuevamente los ojos cada día al despertar, y fue allí donde comprendí que eres tú, siempre fuiste tú.
Pude en la vida muchas veces fracasar, pero fue allí donde comprendí que ante tantas caídas a válido la pena cada cosa, cada tropiezo y cada lagrima, comprendí que no es como caes, ni todo lo que puedes soportar, porque tenerte a mi lado es el impulso y la mejor manera para volverme a levantar.
Henry Ruiz
01 DE FEBRERO 2024
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