Amor, eres la tinta que escribió mi
canción, quiero estar junto a ti y sentir ese
olor a letras recién escritas.
Mientras caen las gotas al suelo se
humedece mi alma; mojas los desiertos
que había en mi piel y se vuelve oasis el
cuerpo. Transformas toda el agua en vida
y recorres con tu luz cada recoveco de
oscuridad y agonía.
Une tu alma y la mía en una sola esencia,
una esencia sempiterna y dulce, longeva y
sutil, como nuestro amor. Porque amarte,
amarte se siente como llegar a la cumbre
de una montaña, o viajar por caminos
largos y luminosos, como adentrarse al
turbulento mar que es mi corazón.
Róbate mis latidos y guárdalos en una
cajita por si algún día me faltan, toma mis
labios y conviértelos en tu bálsamo
favorito, toma mi cuerpo y hazlo tu lugar
seguro, toma mis manos y hazlas tu
soporte, conviértelas en tu brújula pues
jamás te van a soltar y te llevarán a donde
tú quieras ir.
Toma mis ojos y asegúrate de que sean tu
espejo; puedes mirarte en ellos y
entender la forma en la que yo te
contemplo.
Conviértete en mi día y mi noche,
aléjame de la cuidad, del ruido, del
desaire, del tiempo.
Llévame a un lugar en dónde solo se
permita conjugar <<tú y yo>> como si
fueran una canción;
yo soy los acordes que no pueden existir
sin las sucesivas y dulces notas que salen
de tu voz formando una melodía
ancestral e insondable.
Fusiona tu voz y mi voz,
como un coro de estrellas bajo el cielo o
árboles y flores en un bosque de
primavera bajo el borde de la noche.
seamos solo, nosotros, la canción.