Suspiros que se escuchan en el silencio,
un silencio que a ti sabe, prisionero
de la voz que sobresale de tu aliento
y se mezcla con el colchón de tus besos.
Sábanas que se han caído, arrugadas,
aun mojadas por la piel de los encuentros,
hay calores de caricias arriesgadas
con océanos de ardor en nuestros cuerpos.
Llama ardiendo con destellos de colores,
hay hoguera con rescoldos humeantes,
todo quema, todo son calor de amores
que se funden en abrazos asfixiantes.
Un asalto para conquistar secretos,
unas manos que se aferran a otras manos,
una flor con el perfume del misterio
que eclosiona y que revienta en arrebato.