Si porque ayer te quería
como idiota enamorado
que vivía embelesado
con tu cuerpo, amiga mía;
si porque ayer yo sentía
desespero hasta por verte
sin temer la sacra muerte
¿Crees tú, que yo te quiero,
que por ti me desespero
y que aún quiero tenerte?
Si porque ayer te buscaba
porque tanto te quería
y soñando amanecía
que tu cuerpo lo besaba;
si por ti la vida daba
con mi amor que era profundo
como nada en este mundo
¿Crees tú, que puedo amarte
si yo fui tu punto aparte
que dejaste moribundo?
¿Te sientes arrepentida,
después de tanto desprecio?
Todo tiene un alto precio
que se paga siempre en vida,
porque el alma nunca olvida
los desprecios del ayer
y difícil es querer
lo que el alma ya no quiere
porque el alma que se hiere
nunca más ha de volver.
¡Te confundes, te enmarañas!
Triste flor con hojas secas
y las ramas ya resecas
por los años… ¡No me engañas…!
Sé que duelen las entrañas
cuando sientes el vacío
y te arropa el cruel hastío
que te quiebra hasta los huesos;
pero… no tendrás mis besos
ni un rincón al lado mío.