José Luis Barrientos León

Tu mano (a mi hija María Jose)

 

Si tu mano se acerca al riachuelo,

la corriente se convierte en rio,

descendiendo desde la montaña,

acariciando las flores,

impregnado tu esencia en la transparencia del agua,

dando vida al árbol, a la floresta y el campo.

 

Si tu mano se acerca a la noche,

el tiempo pasa pronto superando el asombro,

de la oscuridad que anhela la caricia del alba,

para despertar entre nubes, amasando los sueños

descubriendo la luz, el verano y el alma.

 

Si tu mano se acerca a mi rostro,

mi cuerpo vence los años superando las canas,

para volver a tu infancia en recuerdos y anhelos,

en lo inmutable del tiempo que se detiene en el columpio,

animando los juegos, provocando los besos.