La tierra es la madre
Sobre ella se elevan y suspenden las cosas
La tierra guarda osamentas
Piedras preciosas que levitan en la frente y fuera del cuerpo
Una bendición constante que late
Que dice \"soy yo la madre\"
A dónde sea que vayamos ella está
Vibra y abre sus brazos hacia nosotros
No huérfanos de nada
En sus dominios se concentran las raíces y conversan
En sus dominios las pulsaciones liberan del peso
Del peso de vivir con sopor
De intentarlo una y un millón de veces
Nos observa y mira
Esperando que bajemos y voltiemos hacia ella
Si le otorgáramos las yemas de nuestras otras manos
Sentiríamos saciar aquella sed
Madre perdonadora de todo
Madre tolerante de propios destinos
Siempre ahí
Esperando por nuestros ojos