Apenas me quedan sueños
y se me escapan los días,
las letras y las palabras
se ocultan y desvarían,
le roban tiempo a mi tiempo
y emborronan mis cuartillas.
Apenas queda esperanza;
guerras, pandemias, sequia:
crisis, violencia, cansancio
quieren amargar mis días
quieren lavarme el cerebro
quieren borrar mi sonrisa
hacer de mi un pobre viejo
cascarrabias y egoísta.
Pero aun tengo a mi esposa,
los brazos que me cobijan
los besos que aún me encienden
la pasión y la sonrisa
y por mucho que los miedos
golpeen en mis ventanas
que los temores me asedien
para amargarme la vida
seguiré siendo yo mismo
cantor, poeta, cuentista
amante de la belleza
soñador y sibarita
un fan de la buena mesa
sommelier de mil bodegas
peregrino del futuro
en busca de la utopía
navegando viento en popa,
-remando si hay calma chicha-
y si hoy no tengo fuerzas
¡mañana será otro día!