Quiero amarte,
como la mañana al día
o la noche a la luna,
sentir una descarga eléctrica
de serpiente, allí,
donde los sentimientos habitan.
Quiero ser tu paisaje,
tu jardín florido,
las noches de espera,
un espectro radiante en tu aura.
Ser tu noche bendita,
un solar vacío que yo ocupo,
lo amueblo, lo decoro, lo llevo al cielo,
a la gloria, al oasis en el desierto;
una caravana de ilusiones, recorriendo
tus dunas.
Tú, mariposa que mi iris dilatas
con tu belleza, eres un duende saliendo
del lago, una piscina flotando,
un quererme despacio, como una canción romántica,
un adherirte a mi cuerpo, como una medusa.
Abrazados, los cuerpos unidos,
seamos fulgor, pasión, excitación,
como el miedo, o la visión
de un agujero negro, engullendo
un sistema solar;
excitación incontrolada, demolición
del control.
Enlazando las hojas
que habitan en nuestra boca,
como los canes en su acto amoroso,
ser liana y bosque, un acueducto,
una catarata siendo luz y sonido.
Yo sello y tu carta, pegarnos,
ser amantes solidarios,
con destino a un universo
donde florecen los jardines flotantes,
ser mi guía por el mundo.
El elixir del deseo, el sentimiento,
la pasión,
todo en un instante supremo.