El cielo,
a media luz,
dejando escapar gotitas de rocio
que caen en la tierra y agotadas
vuelven a el,
como soplos de sudor candente.
Un cielo lleno de esperanzas
y nubes que creen convertirse en anhelos
y estan que truenan al compas de los relampagos.
Déjales caer oh dulce cielo.
No envidies tierra
lo que lloran los ojos del cielo,
es tuyo,
por ti han caido en tu regazo los destellos,
mas no abras los ojos e imagina
Que sigo a media luz,
ya
agotada
por el fuego.
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Autor : Kenny M. López G.