Ignorantes sean los que odien una buena danza,
de aquellas en las que la oxcitocina participa,
pues cegadas están sus almas
del deseo y sus maravillas.
Dueño de mis ilusiones,
acompáñame bajo la luz de la luna.
Este baile de sensaciones,
no requiere de tanta mesura.
Olvida los límites y la templanza,
aquellos que el alma te intimidan.
La fricción rebelde alcanza,
para bailar en esta noche de llama encendida.
Disfrutemos de infinitas variaciones,
de sublime compases, pasos, y partituras.
No olvides que de tu piel las ilusiones plasman,
más que en mi piel quemaduras.