Puedo escoger mis recuerdos...y hundirme en un abismo de hiel hondo y extenso, donde no llegue ningún aliento.
Abrumado por el dolor sumergirme en el aire del desencanto. Y un viento frió cubra mi corazón .
Me asalta la idea de marcharme como el inerte río que corre cristalino, imperturbable e indetenible hacia el mar,o quizá alzar el vuelo como el gavilan y en el aire volcar mi llanto de pena, frustracion y desesperacion,así moverme en un espacio, turbio, ondulante e infinito.
El canto del dolor aturde mis oídos como una aparición del mundo hostil !..soy prisionero del dolor¡ alguien detenga el relampagueo turbio de mis ojos que con expresión indiferente vela toda la noche mis sueños.
Las palabras de amor susurran en mis oídos, pero mi lengua se niega a pronunciar palabra de aprecio, de amor.
La vergüenza de odiar me ata el habla y el pensamiento, pero llenaron de hiel y veneno mi corazón que es inútil volver a sentir amor, si tu lo comprendes señor ven y se mi penitencia mi bendita penitencia.
...La locura ¡bendita cura!...pues ni la misma muerte sera un cosuelo aunque la anhele; pues mis huesos se secarian y mi carne amarga no seria alinento para los carroñeros, pues la vomitarian al sentir su amargura
Ahora señor tu eres mi esperanza y consuelo ¡abrazame en tu seno y perdona mi rencor, consuela mi dolor, refresca mi alma
me acerco a ti para reclamarte mi corazón, corazón que confiado entregue y la ingratitud lo marco.
Por eso te pido señor... 1Apiádate de mi¡