Hereje
Sos una virgen en tu altar
Yo un hereje sin porvenir
que ve tu boca sonreír
y mirando la luna brillar,
un lívido sueño de pernoctar
encerrado en tu corazón
a riesgo de perder la razón
con el brillo de tus ojos,
para abrir los cerrojos
que encierran tu pasión.
Es la herejía de desearte
lo que más me cautiva,
soñar tus labios motiva
a intentar conquistarte
y cuando vos quieras, tocarte,
el amor de este apóstata
con armadura escarlata
sucumbirá ante tu capricho
sin poner en entredicho,
lo que tu cuerpo conmigo hará.
Tu dulce es mi veneno,
hoy confieso mi herejía
por pensarte noche y día,
sos el pancito azucarado
el sol en un día nublado
y la taza de café al despertar,
la razón para no renunciar
a tus labios tentadores
y hallar en tu piel sabores
que desborden mi paladar.