Roel Ybañez

Desencuentro

Nunca me di tanto asco como aquella vez,

desde ese día el patrón no dejó de repetirse,

siempre de decir siempre quiero referirme

a la adherencia de la permanencia,

que incluso lo seguiré sintiendo

hasta el día de mi muerte.

 

Mi vida es una vida sin propósito,

un desencuentro, he estado buscando

la felicidad sin ánimo de encontrarla,

me perdí buscando el amor orgánico,

pero ahora tengo un corazón de plástico,

una frase que dice “Te quiero”,

y una nota en la sobremesa

con un “Te estaré esperando”.

 

En conclusión;

nunca encontré mi media naranja,

ya está dicho, mi vida no es más

que un desencuentro que raya en la ironía

y el sarcasmo, como la muerte a las flores

en las masetas del cementerio

y las mariposas en pequeños llaveros de resina.

 

¿Hay algo para mí en esta vida?

Te estaré esperando, cualquier cosa

que pueda encontrar será todo lo contrario

de lo que siempre estuve buscando.