Me encuentro escabullendome rápidamente en este camino extenso y lleno de obstáculos rodeados por un cielo nuboso;
Logro distinguir entre tanto un relámpago asomarse, pero mi huída no cesa.
A quién podría engañar?
Si realmente estoy escapando de lo inevitable; como si fuera algo sencillo separar la razón y el corazón.
Pero aquí sigo, corriendo con todas mis fuerzas, aún sintiendo el peso de mis extremidades y el cansancio superando mis límites.
A quién podría engañar?
Si el único hechizo que volvió a electrizar mi alma y darle vida a esta unión fue tu envolver de brazos en mí cual alas de ángel, sellando eternamente mis tormentas con un beso cálido y silencioso.
Realmente, a quién podría engañar?
Como si no fuera suficiente para frenar la línea temporal que compartimos y dejarme allí, entregada por completo a abrir la caja de Pandora...