Terminaré regando las flores de un psiquiátrico
y nadie va a llegar con un notario bisoño
para exigirme cuentas,
será tan estupendo que las ratas saltarinas de la noche
se acostarán conmigo y no habrá nadie que sufra
clandestinos orgasmos.
Como siempre he soñado
finalmente
dibujaré los mares en el centro mismísimo de un desierto olvidado,
los pintaré de fresa y chocolate
y me veréis feliz hablando solo.
Ya se habrán convencido de que nada consiguen enviándome exhortos
ni demandas de Hacienda,
lo mío,
aparte de ser crónico, podría
en casos muy concretos conllevar efectos secundarios
y resultar incluso contagioso.
Estoy harto de todo,
De aguantarme los celos y comerme los miedos,
me cansé de ser lógico,
justo,
consecuente,
me aburrí de escribir poemas necios y leérselos
de noche a las pirañas.
Y me vendréis a ver los que hasta hoy mismo
convertisteis conmigo los pozos de la lluvia en néctares y frutos,
no os quiero hacer sufrir
pues seré otro,
quizás,
el que debí nacer y un transeúnte
me equivocó el camino.
¿Quién me dice
que a alguno de vosotros no le tiente la idea
de hacerse jardinero?