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¡Señor tan pronto es de noche!
no me había percatado,
creo que nunca lo hice,
¿Y ahora es cuando?
Tú me dirás duerme
y no sentiré mis piernas,
jamás podré levantarme
por la cruz de mis penas.
Reprocharte ya no puedo
los culpables se acabaron,
ahora debo tener miedo
Pero un día lo saquearon.
Cuando era aun de día
y mis piernas se movían
tan libres como la vida
o solo dependían.
Del mensajero ocaso
para avisarme un cansancio
llamado paraíso
para mi un simple espacio
Donde guardo lo cortes
para el día de mañana,
cuando vengan las noches
y Dios me diga camina.