Vino a verme la dulzura
para ver si la quería,
vino, y no sabía
que mi vida era amargura
al verlo, se despedía,
dejándome con la duda
de no saber si en mi vida,
ese derecho tenía
de vivir esa locura,
llena de amor y de dicha.
Vino, pero se fue
porque no le hice caso,
siempre he vivido amargado
sin esperanza ni fe,
no entendía ese regalo
que me vino sin querer.
Y ahora pregunto, porque?
no he de tener la dulzura,
y porque siendo tan pura
sin saberlo, renuncié
y sigo con la amargura.
He de vivir esta vida
que esta vida es solo una,
hoy te dejo, amargura
nunca te quise tener,
he de buscar la dulzura
que un día me vino a ver.