1
\"Cada momento es algo simple,
no tan simple como sentirlo.
Si lo percibo bueno,
es porque tú lo sientes mágico .
Tu mano se extiende a la mía,
yo la toco y tu mano ya no es tuya,
y mi mano ya no es mía.
Ahora son dos manos
con su propio tacto,
ni tú mano ni la mía,
solo son dos manos
que se tocan con el corazón.
Lo ves , amor mío ?
La luna nos a dibujado ,
en su manto de octubre.
Te regalo mi pecho,
para que te acuestes en él,
besa mi respiración,
y compartamos cada aliento juntos.\"
2
\" de tus labios a mis labios ,
hay una distancia ,
por dos ojos .
Y de esos dos ojos ,
hay una línea vertical
que se divide entre tu nariz y la mía .
y de esa línea nuestros labios quieren cruzar..
sabes cómo se llama aquella línea ?
que nos importa
besame y listo !!! \"
3
\"Déjame desayunarte, amor mío,
con dos tostadas francesas,
y untar de tu boca la rica mermelada de fresa.
Tu piel tan tibia como la leche
¡¡pan recién horneado !! , tu aroma sublime,
tus esponjosos labios.
Besándote como un café recién echo ,
con tres cucharadas de azúcar que endulzan el sabor de nuestra pasión .
Déjame acariciarte,
como una mantequilla derretida,
tu suave cuerpo.
Como un jugo fresco, saborear tus latidos...
Y por último, si te apetece,
un cereal crujiente,
con dulces susurros y crocantes miradas.\"
4
\"Dónde estás, mi pedacito del cielo,
solo te vi,
y ahora no puedo dejar
de pensar en ti.
Aquella vez que vi tus
ojos bellos,
los míos se querían salir
para robarles un beso.
Y tu sonrisa inocente,
llena de esperanza,
¡ay! mi pedacito del
cielo,
jamás voy a olvidar
esa carita tan hermosa,
y esas manos cálidas
que me hicieron suspirar.
A dónde estés, mi palomita bella,
mi alma te desea la felicidad en cada rumbo
que tomes,
y cada vez que mire el
firmamento,
me acordaré de ti,
porque para mí,
tú eres:
\"un pedacito del cielo\".
5
\"No es que tú no me merezcas,
yo soy el que no te merece.
Una flor como tú
no merece que estas
manos toquen su delicadeza.
En cambio, yo quiero darte todo mi jardín,
que por ti palpita.\"
MINI CUENTO
\" Vendo mis pasos \"
\"En una plaza bastante grande, había personas sentadas, caminando. Personas que daban vueltas y vueltas, vendiendo sus productos todo el día sin cesar. Aunque un muchacho daba miles y miles de vueltas, pero no vendía nada. Un señor se percató de esto y preguntó:
— Disculpe joven, ¿por qué da vueltas si no vende nada? con esa actitud parece eso —
El muchacho, mirándole a los ojos, le dijo:
— Yo sí vendo algo, señor.
El caballero, extrañado, dijo:
— Pero, ¿qué vendes muchacho si no llevas nada?
— Yo vendo mis pasos —dijo el joven.
El señor, ante esta respuesta, se sorprendió más y sin saber qué decir, comentó:
— Y ¿para qué?
El chico, con lágrimas en los ojos, dijo:
— Usted ve que camino sin rumbo, sin sentido. Por eso quiero vender mis pasos a aquellas personas que desean caminar hacia
sus sueños y metas.\"