Besaba con mucha pasión a esa morena divina en una noche propicia,
solos entre los árboles urbanos
En su emoción me dijo con vos entrecortada
Ay! dónde aprendiste a besar así!
Respondí a su oído, No creo que lo haya aprendido, tú me lo provocas! y luego seguimos experimentado hasta la deshidratación.