El mundo agita su boca,
pero la tuya solo a mi me provoca
un deseo tan profundo
que causar desastres o
maravillas ansio yo en tu perfecto mundo.
Del amor soy un vagabundo,
buscando en tu mirada aposento,
mis ojos te ven y de mi corazón sus latidos,
va su ritmo en aumento,
por este que tus cabellos acariciar quisiera un segundo.
Refugiarme bajo el puente de tu mirada,
bajo esas cejas arqueadas y la baranda de tus pestañas,
mientras pasa esta tormenta de soledad, que deja mi alma empapada;
y que solo el amor de tu mirada, podra lograr la hazaña de secarla,
y que este triste corazón no duerma más sobre cartón, sino junto al pecho de su amada.