En la profundidad del vasto el cielo,
mi espíritu se alza en alas, libre,
vuelo del ave en la aurora.
Mis pasos,
marcando el ritmo de la tierra,
danzan
con la brisa que mi piel acaricia.
Las montañas,
testigos milenarios,
me guían con su silenciosa grandeza,
mientras el río canta su eterna melodía,
manantial de paz y serenidad.
En cada hoja temblando al viento,
percibo la danza de la vida,
y en el murmullo del arroyo,
el universo mi nombre invoca.
Bajo el manto estrellado de la noche,
contemplo la inmensidad del cosmos,
y en cada estrella encuentro mi reflejo,
un destello de luz que ilumina el tiempo.
Así, en la comunión con la naturaleza,
mi ser se funde con el universo,
en una sinfonía eterna de armonía,
espiritualidad y amor, inspiración
de las musas clandestinas.
A.B.A. 2024 ©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires – Argentina
Imagen: Rita Olaechea - Argentina
Grafismos y acrílico sobre tela 21 x 29.7 cm