También los pasos nos recuerdan aquellos latidos
El horizonte con su paisaje puede ser perfecto
Pero si no aprendemos a percibir
No será más que charco sobre otro charco
Después añoraremos el pasado
Con sus luces parpadeantes
Con sus olores grises y ocultos
De pronto se alzará una voz desde nuestra ceguera
Nos preguntaremos que no tolera el deber
Y sacaremos conclusiones como quien saca piojos
Los pasos siguen para no detenerse nunca
Los caminos cobran vida si alguien los cursa
Los caminos gozan de la cadencia de los pasos
No importa si son irregulares
Todos somos aceptados si desafiamos los laberintos
Una dignidad que damos e inspiramos
No por no ser insecto o reptil
Sino porque tenemos el habla
Y unas manos con sus palmas
Eslabones de cadenas entre pilares
Bendecidos y benditos por un plato o dos en la mesa
Alguien piensa en su lengua
Los mantos no solo nos cubren desde el cielo
Somos alimentados con vida