Cielo de noche

Confieso que…

 

Hay algo magnético en la forma en que me miras, algo que enciende un deseo más íntimo. El ambiente se llena de anticipación mientras compartimos risas y secretos. Me siento atraída por la energía que irradias, tu presencia es magnética en cada gesto.

 

La complicidad que tenemos crea un lazo invisible que va más allá de las palabras. Tomas mi mano con suavidad, dejando que la electricidad fluya entre nuestros dedos entrelazados. Nuestras miradas se encuentran, y el mundo exterior desaparece, dejando espacio solo para nuestro enlace.

 

La atmósfera se vuelve más íntima mientras intercambiamos susurros. Cómo exploras cada rasgo de mi cuerpo con la yema de tus dedos. Me dejo llevar por la sensación, suspirando ante el toque apasionado.

 

Juntos, nos aventuramos hacia un territorio de deseo y pasión. Besas mis labios con una mezcla de ternura y fervor, desatando una corriente de emociones que nos envuelven. Cada beso es un susurro de promesas, cada caricia un lenguaje que solo nosotros entendemos.

 

Me siento consentida… El tiempo se detiene mientras exploras, entregándonos el uno al otro con una pasión ardiente. En ese rincón de la noche, nos perdemos en la danza de la conexión, creando recuerdos que perdurarán en el eco de nuestros suspiros.

Mi voz se convierte en un canto celestial , de tanto decir tu nombre …