el brujo de letziaga

El beso deseado.

Eres como ese mar que expulsa las olas que le sobran.
Esa puerta que solo se puede abrir desde adentro.
Por lo que el tiempo del abrazo contigo
aun no ha llegado.
Está cerrado con candado.

 

Me duele la impaciencia esperando
en la sequedad de mi alma que sueña con tu río.
Como esa red que desea besar a una estrella
reflejada en su mar amado,
y la cual se aleja por el puerto
cuando la marea baja.

 

Pero yo, sobreviviré añorando tu beso,
soñando en tu nombre
que levanto andamios en el aire,
pisando los tejados del viento en la luz de la noche,
para verte tras la montaña, sobre tu luna
que me surte con su luz, en un deseo sensual por tu carne.

 

Pero al rato despierto
como lágrima caída por la mejilla del otoño
creyendo que, ya no merece la pena seguir imaginando,
en ser alguien que contigo nunca podré ser,
ya que tus ósculos me los pinta el viento
en una metáfora, donde conviven el poema y mi sueño.

 

Por lo tanto, tus besos seguirán cerrados
En lo real para siempre...
Con candado.
Pero...en mis sueños
¿Seguiré esperando tu abrazo?