Las hojas caen del árbol
y el fruto, también se cae;
al árbol llegó la tarde
las ramas, secas quedaron.
Los pájaros con sus cantos
de pronto, ya no se oyeron,
volaron al otro extremo
en busca de nuevos frutos;
así hacen, siempre los cucos,
si el árbol se pone seco.
La historia es como una noria
que va girando y girando.
¡Cuidado con los taimados,
que viven de las lisonjas!
Se esconden bajo las sombras
del árbol si está frondoso
y cuando, llega el otoño
se van como pajaritos,
en busca de nuevos nidos
cantando como unos loros.
Y el árbol termina solo,
seco, triste, abandonado;
y también, hecho pedazos,
por el golpe poderoso.
Si no dan frutos los sotos
son cortados de raíz
y a su historia ponen fin
cuando ya no rinden frutos
que comieron solo algunos...
¿Ya conocen su perfil?