¿Sería mucho pedir una mirada?
tal vez un alquímico silencio
tal vez una pausa sin destino
y con entrega.
¿Sería mucho pedir etéreo aroma
llegando desde tus lejanías hasta mi olfato?
Es mi pluma quién te evoca
es mi mano quién persiste inútilmente
en rememorar la sedosa lozanía de tu piel indiferente...¡
No, ¡mi linda!
No soy yo quién requiere tu presencia
es tan sólo mi alma agitanada y solitaria
buscando los tesoros ya perdidos
en las profundidades abismales del recuerdo.
Tu imagen entallada, cincelada y bien tatuada a mi memoria
no puede deshacer este deseo de ubicarte
este álgido deseo de correr hasta tu vientre
y cayendo de rodillas ante tu austera majestad
abrazarme a la esperanza de una nueva aventura
que incluya esta vez un "para siempre"