¿Seré romántico melancólico
Amante de cementerios
O el portavoz del beso
Que reclamara todas las musas
De tus labios, como obsequio?
Divago por el rugido de tu aroma
Que es rumor de miel y arcilla,
Para guardar ahí mis sentidos.
Dormir, jugar a encontrarlos
Como si no supiera donde están
Vagar con sisare en las manos
Hasta verlas y hurtar del manso
Campizal tu rodaje y el
aura tímida de la tormenta.
Tu mirada que sabe a flor de estrella
Refulgente, como el tulipán vestido de rosa,
al que procaces meneos de avispa correteando
De juego va comer lóbregas labores del tiempo.
el valle se esquirla, de riachuelo, de cauce,
Va mojando el sub - suelo de amores,
y mi jocosa alma titubea en este canto
que es de hacer auroras al ocaso de tu nombre
y luciérnaga a la tormenta del rayo.
Terremoto del monte dolores
Se juntan y conversan los vestigios
Para hablar de la esperanza de juntar
Los derrumbes y hacer la idea de mis labios
Pegados al techo de un celaje agripado.