Mi soledad naufraga en estos días de lluvia
donde mi memoria se abre paso en días del ayer,
cuando mis huellas se pierden en el mismo lodo
y todo lo perdido solo trae lo que supe ya perder.
Tengo esta sed de ti que se convierte en urgencia
en el silencio mismo donde mi vida volvió a caer,
en este milagro que no supo de pronto desnudarse
en el poema que murió sobre un blanco papel.
Mi sombra perdida escapó de los daños
que le producían las oscuridades al volver,
y ya no hay distancias ni infames letanías
solo esto que yo amarro dentro de mi ser.
Se ha perdido mi palabra en la húmeda brisa
y mi nostalgia se abre dentro de mí y yo lo sé,
que me arrastro de nuevo en los silencios
por donde habitualmente yo siempre me supe mover.
Estoy yendo más adentro de la misma lluvia
tan adentro de lo que nunca me animé a recorrer,
que aquí mismo mi cuerpo está temblando
al hallar hoy aquellas cosas que entonces no supe yo ver.