Quiero ser el domador de tus pasiones.
El carcelero de tus tempestades.
El vigilante de tus abismos.
El protector de tu nido.
Para que tus sueños naveguen en paz,
En el río de tus ilusiones,
Y camines sin vacilaciones,
En tus desiertos floridos.
Solo necesitas confiar en mi brazo fuerte.
En mis labios que no mienten,
En mi corazón compasivo.
Y tendrás lo que tanto quieres,
Un cómplice para tus mañanas
Un socio que no abandona,
Y un amante exclusivo.