Que cada palabra sea un camino,
un latido que te lleve por sendas de verdades,
por lealtades inviolables,
aunque parezcan aterradoras,
aunque temas y tiembles,
la conquista hará real tu vida,
y desearás más palabras,
para vencer las sombras,
para sostenerse erguido,
y cumplir lo incumplido.
Que cada palabra sea un aprendizaje,
un asentimiento de la humildad y justicia
que resuenen en tu oído para transformar las acciones,
para convertir soledades en espacios colmados,
de voces e instantes que reclaman libertad,
para desterrar la mentira,
y cultivar la verdad.
Que cada palabra sea amor y ternura,
como caudales de ríos que inundan llanuras,
descubriendo diamantes de sonrisas puras,
de poemas y versos sobre sendas salvajes,
donde nace el poeta y se ama la vida,
donde llega la noche con ilusiones de entregas,
y amanece la esencia de ser pasión y delirio.
Que cada palabra, sea tú, hijo mío