RICARDO V

Iris del cielo

Ella se elevaba a la velocidad del viento

como una elegida mensajera de los Dioses,

y cual Iris dadora de luz al universo.

 

Ella miraba con el alba mirar de soles

y el cielo se alumbraba al paso de su hermosura

dejando estela brillante en arco de colores.

 

Desnuda y entregada al espejo de las nubes

ella cabalgaba a lomos de una luna blanca

y su melena desgrana auras de apuesto lustre.

 

Cuando despunta la aurora en sutil resplandor

ella acude marcial para prender mil centellas

que hacen del día vida y de la vida clamor.

 

Ella acoge al mundo con la voz de su silencio

como un duende errante presente en alegoría

llegando a todas partes y a todas partes yendo.