La vida es como la ruleta que gira y gira
en ella todos por fuerza apostamos
a veces se gana, a veces se pierde
yo aposté y no sé si gané o perdí.
Sé que los dos somos culpables
tú por ser hermosa y hechicera
por armar un huracán a tu paso
y yo por amar la belleza y el arte
Somos culpables indiscutibles
tú por tener esos ojos hechiceros
por esa sonrisa que seduce y domina
y yo por amarte hasta la locura.
Somos confesos y culpables
tú por ésa mirada dulce y tierna
por esa voz de niña inocente
yo por enamorarme hasta la perdición.
Somos y seremos eternos culpables
tú porque tienes el alma buena
orque tu dulzura cautiva
yo por idolatrarte hasta el infinito
Seremos condenados al cadalso eterno
yú porque hiciste que te ame
porque luego te escondes en el silencio
yo por amarte hasta la perdición.
Lima, 15 de enero del 2024