Se que tú partida padre, fue
un cinco de febrero y han transcurido
veintinueve años, y aún llevo
tus enseñanzas en la sencillez,
porque fuiste un excelente padre,
y amigo. Extraño todo eso a diario,
porque me falta tus consejos,
porque no habrá otro hombre
como tú, por eso no se me olvida
tú partida y hay noches que rondas
mi sueño, y mis plegarias son para ti.
Hoy mis letras son para vos, Ricardo,
de tú hijo que lo inspira el Creador