"La belleza del hombre está o en la sonoridad, o en el significado" Aristóteles
Tormenta se avecina en mis ojos nublados,
a mis manos observo, nada es meritorio en ellas
porque a mi pensamiento reflejan deseo utópico de pobre ilusa.
Es mi cuerpo y cara que estorban,
me hacen pasadas tropezando mis andares,
protervo reflejo que por las mañanas recibo
me abraza y sonríe, blasfema agonía,
debo tragarlo, si por él solo ven talento,
uno que en lindeza se diluye como albor entre los sotos.
Nunca nada es suficiente, porque sobre el verbo
mi rostro disuelve,
es mi deseo a capacidad ser valorada,
pobre ilusa, pero mira es bonita, debería estar agradecida.
De nada sirve, cuando mis palabras opacadas quedan,
borrica muchacha, cree que por pensamiento puede destacar,
cuando en amores la “cara bonita” enciende corazones,
es la belleza la plausible venganza de Nefertiti,
que en adorno a Faraón solo sirves.
Como muñequita de aparador,
llora y rellena a Nessie,
cada uno en su cada cual,
entre las nieblas desean ocultar.
Saber que solo cuerpo acarician,
primor motivo de su amor,
sin entender que el tiempo a la flor carcome,
porque no hay eterna belleza
que al tiempo estacionamiento no cobre.
Es el sufrimiento que denoto al caminar
un “Patito Feo” como yo debería salir a buscar,
en mi anhelo encontrar veta de honesta valía.
Clavel Rojo © Alejandra P. Rodríguez Espinosa. Todos los derechos reservados