Ya era tarde
La helada penumbra
El cartel, anunciaba
Aullaban los perros
La farola que oscila
Mis pasos indecisos
Susurros entre los arboles
Alientos, en vapor convertidos
Ni voces, ni rugidos
Sin luna ni estrellas
Sin el calor de su cuerpo
Unos labios superpuestos
Unos latidos que se alejan
La boca seca, áspera
Su abrigo, en mi mano
Fragancia de Lancôme
Unas palabras al vacío
Unos recuerdos troceados
Se abre la puerta
Dentro, sin luz
Fuera, sin resplandor
La alfombra áspera, rugosa
La cordura perdida
Desnudo, sobre la nostalgia
¡la triste languidez, venció, en la noche!