Pareciera que tu risa me besa
como el sol al mar cada vez que se esconde en el horizonte
y me atrapa entre estrellas
y me abraza la luna.
Recuerdo el café que nunca nos tomamos
he invento en mi mente mil formas sobre la despedida que no tuvimos...
Recuerdo tu risa como un beso suave en la mejilla
como una voz palpitante en mi oído
que no puedo
que no quiero dejar de escuchar.
Te escondes junto al sol en el atardecer
tu partida me cala los huesos
me siento frío
y empieza a anochecer.
La noche me cobija
con su manto oscuro,
pero ni las miles,
ni millones de estrellas
que resguardan tu sueño eterno
podrían llenar
este vacío.