Lea Nieves Torres

El amor y la locura

GAONESA

Viajero itinerante de mi vida

Acerca a mi jardín la primavera

Divino vigilante que amoroso

 

Cortaste de mi entorno la quimera.

Caldera calcinante, que encendida

Calmante es a mi cuerpo en el dolor

 

Sembraste en mi jardín la mañanera

Semilla de mi estancia en el amor

Sereno curandero de mi herida

 

Regalas tu pasión tan generosa

Amante cautivante con candor

Develas mi destino misterioso...

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Cierto día, Eros, el dios Amor y la Locura, caminaban por la Avenida Cero. Iban abrazados como dos tortolitos. Ninguno de los dos se percató que iba desnudo. Muy pronto la Avenida se lleno de curiosos, curiosos que miraban a la pareja desnuda, desplazándose como si nada, en pleno Siglo XXI. Dr cuando en cuando, Eros se soltaba de la mano de La locura, sacaba sus flechas envenenadas y disparaba a los transeúntes desprevenidos. Disparaba a diestra y siniestra, la dama, tratando de controlarlo, lo condujo de la mano a una tienda de ropa interior femenina y masculina. La dueña al verlos desnudos, les regaló a ambos prendas de vestir. A la Locura le regaló media docena de Pijamas Baby doll y a Eros, calzoncillos de moda. Cuando salieron de allí iban transformados. Cada cuerpo semejaba un modelo del Jet Set. Pasada una hora, la dueña del local había vendido todas las mercancías. En toda la ciudad se agotaron dichas prendas. Los hoteles se llenaron de ocupantes en una romería interminable y ssí la ciudad se convirtió en la más comercial de la comarca.

Las palabras son locura amor fuego amante labios,

Deseo prohibido sexo, locura llanto desnudo

Cuerpo locura y amante muerte deseo y amor,

Van saltando van saltando vestidas de baby doll.

Va la locura extraviada caminando de la mano del amor que es sordo ciego triste mudo y andariego

Patrón del Amor prohibido catalizador del llanto surtidor del sufrimiento amor a ratos inhumano

Veneno mortal qué flecha e invade todo mi cuerpo de deseo y de lujuria loco que todo trastoca morrongo el sexo acecha noche y día con su flecha envenenada serpiente escultor de mil resabius amargo esquivo inconexo confunde el amor con sexo que bebe lujuria eterno amor de bramante escultor de la penuria huye febril de la muerte en vano busca otra suerte falso amor miserable trampa para crear la vida y aquí va mi despedida con la locura extraviada que camina de la mano del Amor ciego y prohibido que va dejando la libido encerrada en una cárcel.